29 oct 2009

El partido de la muerte. Cuando el fútbol derrotó al nazismo.


El Dynamo de Kiev, es el club más ganador de la Liga de Ucrania, una nación del este europeo que hasta los años 80 integró la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Con trece Ligas locales, nueve Copas de la U.R.S.S., y algunos lauros internacionales (Recopa y Supercopa), el club fue cuna de Andriy Shevchenko, su máxima figura histórica, con quien llegó a una histórica semifinal de la Champions Ligue.

Sin embargo, la riquísima historia deportiva del Dynamo de Kiev, tiene un eslabón de oro, en el que la camiseta blanca y azul del club brilló más que nunca, en medio de la gran tragedia que vivió el mundo durante el auge del nazismo en la Segunda Guerra Mundial.

Con Ucrania invadida y ocupada por la Alemania de Hitler, los jugadores del Dynamo fueron reconocidos entre los prisioneros y autorizados a entrenarse en un campo de los suburbios, donde jugaron varios partidos con distintos combinados de aficionados alemanes y húngaros, sin que esto aliviara en nada las condiciones de servidumbre y hambre que soportaban, al igual que el resto de la población ocupada.

Ante la fama de imbatibles que fueron ganando los jugadores del Dynamo, fueron desafiados por un equipo del ejército alemán al que vencieron, tras lo cual los nazis prepararon “el gran desafío”: anunciaron con bombos y platillos “La Gran Revancha”, que se jugaría el 12 de Junio de 1.942 entre el seleccionado del ejército alemán y un combinado de Kiev, al que llamaron “Star”, con gran mayoría de jugadores del Dynamo más algunos refuerzo del Lokomotiv de la misma ciudad. 




El encuentro se disputó en el Estadio Municipal y las diferencias entre los integrantes de ambos equipos eran notorias: un muy entrenado equipo alemán, enfrentaba a un grupo de futbolistas pésimamente alimentados, que casi en harapos ingresaron a la cancha a jugar el gran partido de sus vidas.

Con las tribunas colmadas por el pueblo de Kiev, y la oficialidad nazi en el Palco de Honor, los alemanes comenzaron ganando, pero la garra de los ucranianos pudo más, y el primer tiempo finalizó con un inesperado dos a uno a favor del Start.

La situación, no iba a ser tolerada por la plana mayor del ejército, uno de cuyos integrantes ingresó al vestuario en el descanso del entre tiempo para notificar a los jugadores de Kiev que nunca jamás un seleccionado alemán había sido derrotado por un equipo de los territorios ocupados, y que no sería esta la excepción, prometiendo fusilarlos a todos si el marcador no se revertía.

Aún a pesar de la amenaza, los jugadores salieron al campo decididos a no entregar lo único que los nazis no habían podido conquistar: su dignidad.














Ante el delirio del público, el combinado convirtió rápidamente el tercer gol y a los pocos minutos el cuarto, dando al equipo nazi una verdadera lección de fútbol y coraje.
Antes de llegar  a la mitad del complemento, el combinado marca un quinto gol, ante el festejo enloquecido de los hinchas locales y la furia de la humillada oficialidad del ejército alemán que se retira del campo, ante lo cual el árbitro da por finalizado el partido.

Al finalizar la jornada, los jugadores del combinado de Kiev, tal cual lo anunciado por el oficial invasor,  fueron enviados a los campos de concentración del nazismo, donde varios de ellos fueron ejecutados a las pocas horas.
El crimen, fue reconocido por los oficiales alemanes en los históricos Juicios de Nuremberg  donde se estableció que fueron asesinados el arquero Mykola Trusevich,  Ivan Kuzmenko, Olexiy Klimenko y Mykola Korotkikh, y seguramente otros integrantes del equipo.

El legendario “Partido de la Muerte”, fue luego llevado al cine por los húngaros, y más tarde por los norteamericanos en “Escape a la victoria”, la película de John Huston, protagonizada por Stallone y varios ex futbolistas profesionales, con Pelé y Ardiles, entre otros.  En este film, sin embargo,  el final fue acomodado a las necesidades de la industria de Hollywood, muy lejos de la realidad histórica.

Distintas versiones pueden encontrarse sobre los sucesos narrados, pero esto es lo esencial de una historia en la que a través del fútbol, los oprimidos sacaron pecho frente a los opresores y los derrotaron en una cancha con una pelota como arma.

Sobre el tema de la nota, pueden ver también: 
wikipedia: el partido de la muerte 
página 12: los once del patíbulo

22 oct 2009

BRILLANTE DEFENSA DE DOLINA A DIEGO MARADONA

Vale la pena escuchar los 5' 39" de Alejandro Dolina respondiendo a una oyente sobre las declaraciones de Diego A. Maradona.

"Lo dice un senador de la nación y es un piola, lo dice Maradona y aparece todo el racismo, todo el desprecio por los pobres, por los que menos tienen. Aparecen los muchachos de siempre a indignarse."

16 oct 2009

O ASCENSO MAIS GRANDE DO MUNDO

Que en Brasil se juega al fútbol que le gusta a la gente, es casi una verdad indiscutible, pero el ascenso del VIANA, de la segunda división de Maranhao, superó cualquier previsión.
El equipo  ganaba 2 a 0 a los 36' del segundo tiempo, y estaba lejos de los 11 goles que necesitaba para ascender a la categoría superior, pero de repente, volantes y delanteros se iluminaron, y en los últimos 9 minutos consiguieron marcar los 9 goles que hacían falta.
El resultado final: Viana 11, Chapadinha 0, consagró al local, postergando al Moto Club que en su cancha goleó 5 a 1 al Santa Quiteria.

Los dirigentes del Moto Club pidieron abrir una investigación por posible corrupción, aunque desde el Viana le respondieron que el trámite del partido había sido absolutamente normal. 
LA PELOTA NO SE MANCHA !!!

Mirá el increíble video con los goles !!!

QUE LA CHUPEN !!!



Alcanza con revisar los archivos de TVR para darse cuenta de la miserabilidad de la gran mayoría de los periodistas deportivos argentinos.

Niembro diciendo que Verón ha cumplido un ciclo, Niembro diciendo que Verón a su edad es una figura mundial.  Elio Rossi diciendo que Bielsa no sabe nada de fútbol, Elio Rossi diciendo que Bielsa es un señor y un sabio. El golpeador de mujeres Mariano Closs diciendo que Ruggeri tiene que ser el DT de la selección, el golpeador de mujeres Mariano Closs diciendo que para qué Ruggeri si hay otros mejores y de más experiencia.

Si esta condición de miserables se agotara en lo futbolístico, ya sería difícil de digerir, pero al extenderse a otros ámbitos, se torna aún más intolerable.

Los Fernando Niembro, Mariano Closs y muchos otros personajes que denigran a diario la profesión, inescrupulosos hasta provocar el vómito, no son serviles gratuitamente  a los dictados de sus amos de turno. Botones de sus propios compañeros, a muchos de los cuales hicieron echar de sus trabajos, sostienen una carrera basada en la mala leche.

En ese marco, uno de los papeles más indignos de la desinformación  y la mentira es el del ex candidato presidencial Carlos Salvador Bilardo, que ha cambiado los alfileres de sus años de jugador, por maniobras no menos arteras y tramposas para llevar agua hacia los molinos que le dan de comer desde hace tiempo.

Todos ellos viven de la mala leche; de la mala leche direccionada y grosera hacia quienes no son afines a los caprichos mediáticos de sus patrones. Bianchi no sirve porque se planta y no da notas exclusivas, Bielsa no sirve por insobornable e inmanejable, Diego no sirve porque se pronuncia a favor de la nueva Ley de Medios y de la intervención del estado en la televisación del fútbol, y encima se declara amigo de Chávez y su revolución bolivariana.

La selección argentina no jugó contra Uruguay y Perú, peor de lo que lo venía haciendo en partido anteriores, lo que cambió en estos tiempos es el humor de los multimedios. Curiosamente, la saña contra los jugadores y el cuerpo técnico se incrementó inexplicablemente, justo en los últimos dos partidos, en los que el equipo ganó y clasificó a Sudáfrica. Los comentarios del Pollo Vignolo y Macaya Márquez no dejaban dudas de cual era su posición desde el minuto cero del partido; justo Macaya, que al mejor estilo De la Rúa, se las ingenió para sobrevivir cuarenta años en lo suyo sin jugarse jamás, ni siquiera para opinar sobre si un penal estuvo mal cobrado o no.

El “que la chupen” de Maradona, puede sonar chocante, pero es genuino y justiciero. Dejando a un costado el análisis sobre el juego en sí mismo, expresiones como “Pasman vos también la tenés adentro” vienen a sacar la careta e un periodismo rastrero, funcional a sus patrones y carente de opinión propia. Son en el fútbol, lo que son Silvestre y Bonelli, Nelson Castro y Lorena Maciel en otros terrenos de la comunicación desinformativa.

Que la chupen!!!
Que la chupen T y C y  Fox Sport, que la chupe Niembro y Closs, que la chupe el Negro González Oro y el perrito faldero de Elio Rosi, que la chupe Macaya y que la chupe Clarín. 
Como aquel cachetazo en vivo de una vecina de Palermo a Aíto de la Rúa, como la basureada mediática de Norma Plá al corrupto y vendepatria de Domingo Cavallo, como la celebrada piña del turco Samid a Mauro Viale, el ¡Que la chupen! De Maradona, viene dejarnos un pequeño gustito a justicia popular.

Otro día hablamos de fútbol, pero ahora ¡QUE LA CHUPEN!





8 oct 2009

TRINCHE CARLOVICH: EL MARADONA ROSARINO

"Avisen a los muchachos, que esta noche juega el Trinche"

El fútbol nos regala, de vez en cuando, el placer de disfrutar del talento increíble de los tocados por la varita mágica. Alfredo Distéfano, Pelé, Jhoan Cruyff, Diego Maradona, son seres que parecen haber nacido para jugar al fútbol, y la pelota es en sus pies, un canto permanente de alegría maravillosa.

Uno de esos privilegiados, no es tan conocido como los nombrados, pero para quienes lo vieron en una cancha, está en ese grupo selecto de los cracks de todos los tiempos. Su nombre: TOMÁS FELIPE "EL TRINCHE" CARLOVICH. De él, trata esta nota.



El Trinche fue un CINCO de otro planeta. Figura histórica de Central Córdoba de Rosario.

Carlovich nació en Rosario en 1949 y jugó inferiores en Rosario Central, donde tuvo debut y despedida frente a Los Andes. Fue el único partido que el Trinche jugó para los canallas.
En 1970 pasa a Flandria, y pocos meses después inicia su carrera en Central Córdoba, donde convierte dos goles en su presentación, iniciando un romance con los hinchas que fue creciendo hasta ser ídolo absoluto de la institución rosarina. 
Tres años después, se consagra campeón de Primera "C" en lo que fu esu primer título en el fútbol.

En 1974, la selección argentina que se preparaba para viajar al Mundial de Alemania, se enfrenta a un combinado rosarino que integraron cinco jugadores de Rosario Central, cinco de Newell's y el Trinche Carlovich, de Central Córdoba.
Ese fue su gran día de gloria. Al terminar el primer tiempo, los rosarinos ganaban 3 a 0 y cuenta la leyenda que los muchachos recibieron una visita en el entretiempo pidiendo piedad para el seleccionado de Vladislao Cap, que pidió expresamente que saquen a ese 5 de la cancha. Mario Kempes y Mario Zanabria, integraban también aquel gran combinado rosarino que terminó ganando 3 a 1.
En el 76, Carlovich pasa a Independiente Rivadavia de Mendoza, y en un amistoso ante el Inter juega lo que para el fue uno de los mejores partidos de su vida con victoria por 3 a 1.

Un año después se incorpora a Colón de Santa Fe, donde algunas lesiones comienzan a cercarlo, y vuelve luego a Mendoza para sumarse al Deportivo Maipú.  
Si una jugada simboliza el talento y el desparpajo del  Trinche Carlovich, es el "caño de ida y vuelta". En un encuentro ante Talleres de Escalada, Carlovich deleitaba a los hinchas con su juego y dice también la memoria popular, que por un pedido de un fanático, el genio realizó la maniobra con tanta limpieza y categoría que la parcialidad local  enloqueció en una ovación inolvidable. Depués de aquella tarde, el Trinche repetiría la jugada varias veces a lo largo de su carrera.

Cuando Maradona llego a Rosario para jugar en Newell's, declaró a la prensa: "el mejor jugador ya jugó en Rosario, y era un tal Carlovich". José Pekerman lo definió como "el jugador más maravilloso que vi" y para Griguol "Era un fenómeno al que no le gustaba el sacrificio y por eso no triunfo. Jugaba conmigo en Central, pero el prefería irse de caza o de pesca. Qué lástima!".
Tambiuén se cuenta que el Flaco Menotti, quien dijo que "era impresionante verlo", lo citó para un entrenamiento con jugadores del interior cuando estaba armando el Seleccionado del interior, pero el Trinche faltó a la cita por compartir una jornada de pesca con algunos amigos. De aquel combinado sería escogido Mario Alberto Kempes, que fue goleador del Mundial ´78 que ganó Argentina.



Carlovich, sin embargo, desmintió la versión: "La verdad es que yo no tuve otra ambición más que la de jugar al fútbol. Y, sobre todo, de no alejarme mucho de mi barrio, de la casa de mis viejos donde voy casi todas las tardes, de estar con el Vasco Artola, uno de mis mejores amigos que me llevó de chico a jugar en Sporting de Bigand. Se dicen muchas cosas y varias no son verdad”.

El  Semanario Colón Doce, publicó hace más de dos años, una entrevista al crack, de la que copiamos algunos párrafos:
“En ese tiempo no sabía que otra cosa hacer. Desde chico siempre estaba con la pelota y mis hermanos eran todos jugadores. Ya ni me acuerdo a que edad era pero calculo que a los cinco. Mis primeros pasos los hice en Rosario Central. Después pasé a un club de Bigand”.

¿Cómo era en esa época el fútbol?
Siempre fue lo mismo. Hoy quieren inventar que se corre mas, que es mas físico. No es así. Lo que te puedo decir que en la actualidad hay menos jugadores con técnica que en esa época. En cada equipo abundaban los que trataban bien a la pelota.



¿Cómo se definiría como jugador?
Muchas veces me lo han preguntado pero jamás me lo puse a pensar. Quizás tenía mucha fuerza, un gran físico que me hacía un poco lento pero una vez que arrancaba era distinto jeje.



¿Qué recuerda del partido ante la Selección Nacional?
Ese partido fue el que me marcó. Hicimos un Seleccionado de Rosario con jugadores de Newell´s, Central y el único de Central Córdoba era yo. Ganamos tres a uno y fue un baile terrible. Había 10 mil personas que para la época estaba mas que bien. Todos me asignan el triunfo a mí pero fue todo el equipo el que jugó bien. Un solo jugador no te gana los encuentros.



¿Qué siente cuando Diego Maradona habla maravillas de usted?
Es extraño. Me da vergüenza. Yo soy un tipo que le escapa a las notas, ya sea de radio o televisión. Es mi forma ser. Pero sin dudas que me enorgullece y me pone contento por todo lo que fue él como jugador. Jamás tuve la oportunidad de hablar con él pero si se que cuando jugábamos en Buenos Aires iba a vernos.



¿Por que dejó el fútbol?
Eso es lo que me pregunto yo también muchas veces. Tenía 39 años cuando largué pero me sentía bien. Creo que a la gente de Central Córdoba no le hacía mas falta y di un paso al costado. No me arrepiento de nada. Tuve buenos momentos también en Men doza y en Colón de Santa Fé, aunque por una lesión no jugué muchos partidos.



¿Se siente olvidado por la gente?
Si, mucho. En el caso de Central Córdoba yo estuve muchos años jugando ahí y el partido homenaje que sirvió para recaudar fondos para mi operación fue organizado por algunos de mis amigos. Creo que yo me merecía otro trato de parte del club, faltó que me cobren la cancha por poco. Mi deseo es, aunque sea dirigir alguna categoría de inferiores.



El último 20 de setiembre, el Diario La Capital de Rosario, informaba que el Trinche Carlovich sería el DT interino de Central Córdoba que realiza una muy floja campaña en la "B" Metropolitana.
De su debut como DT, escribe la página Todo Ascenso:
"Con el debut del trinche Carlovich como DT charrua, Central Córdoba jugó su mejor partido del campeonato, dominando en la mayoría del cotejo a su rival pero a la hora de concretar falló"."
"El dos por uno por el trinche valió la pena, ya que con esta promoción (idea de la Comisión Directiva charrua) se acercó muchísima gente al Gabino Sosa como hacia tiempo no se veía. El plus: el equipo se fue aplaudido por toda la parcialidad matadora, cosa que también hacia mucho tiempo no pasaba.
El dato: Tomas Felipe Carlovich al no tener carnet que lo habilite como director técnico tuvo que guiar al equipo desde el alambre, como un hincha más."

La página del Trinche como DT comenzó a escribirse hace muy poquitos días, ojalá sea tan exitosa como la que  Carlovich dibujó desde adentro de la cancha.

Copiamos de Los cuentos de la Pelota, algunas frases sobre el crack rosarino, y otras del mismo Carlovich, que pintan de cuerpo entero su pasión por el fútbol.

César Luis Menotti: "Carlovich fue uno de esos pibes de barrio que, desde que nacen, tienen como único juguete la pelota. Entre él y la pelota había una relación muy fuerte. La técnica que tenía lo convertía en un jugador completamente diferente. Era impresionante verlo acariciar la pelota, tocar, gambetear... Claro que, al mismo tiempo, durante su carrera no encontró reservas físicas que sostuvieran todas las condiciones técnicas que tenía.
Además, desafortunadamente, tampoco tuvo a nadie que lo acompañara y lo comprendiera. Es una pena, porque Carlovich estaba llamado a ser uno de los jugadores más importantes del fútbol argentino. Me acuerdo que lo vi jugar en un combinado de Rosario contra la Selección Argentina y fue el mejor hombre de la cancha. Y eso que, entre otros, había monstruos como Miguel Brindisi. Verlo era un deleite. Después no sé qué le pasó. Tal vez lo aburría el fútbol profesional. A él le gustaba divertirse y no se sentía a gusto con algunos compromisos".


Roberto Fontanarrosa: "El Trinche era un fenómeno. Hacía cosas que nadie esperaba. Era habilísimo y le pegaba a la pelota, además de fuerte, con una variedad de golpes fabulosa. Anticipó cosas que después se le vieron a Borghi. Carlovich era un atorrante; cuando jugaba en las inferiores de Central, Ignomiriello tenía que ir a buscarlo a la casa para que fuera a entrenar. Coincido con los que dicen que fue uno de los mejores jugadores argentinos."

Aldo Pedro Poy: "No entiendo por qué no llegó a jugar en algún club importante. Tenía unas condiciones técnicas extraordinarias. Era medio lento, pero muy hábil. Y guapo. Todavía no vi otro cinco como él. Aquel partido de la Selección con el combinado de Rosario, en el que yo jugué para la Selección, Carlovich la rompió. No lo podíamos parar, ni a él ni a sus compañeros. Nos ganaron 3 a 1 porque pararon la máquina y al "Trinche" lo sacaron a los 15' del segundo tiempo, si no..."

Ubaldo Matildo Fillol:"Descubrí a Carlovich en un amistoso de la Selección Argentina que se preparaba para el Mundial de Alemania -y que yo también integraba- contra un combinado rosarino. Ese día la descosió. Tenía un dominio de la pelota y un panorama increíbles. Fue el mejor cinco que vi en mi vida."

Eduardo Quinto Pagés (arquero, ex compañero en Central Córdoba): Yo en Central Córdoba tengo la valla menos vencida de su historia, 606 minutos. Tenía una defensa fantástica, pero ¿quién nos iba a hacer goles? ¡Si estábamos siempre en el arco de los contrarios! Nos llevaba el Trinche para allá… Entonces, yo tengo que pensar que eso que tengo es gracias a él.
Yo salí campeón con Central Córdoba y salí campeón porque el Trinche estaba en el equipo nuestro.


Carlos Timoteo Griguol:"Carlovich tenía condiciones técnicas únicas. Al marcarlo, el tipo desaparecía por cualquier lado y con él desaparecía el balón".

Mario Nicasio Zanabria:"Carlovich era el mejor resumen del potrero. Era zurdo, pateaba tiros libres, tiraba caños dobles, sombreros dobles, la pisaba de acá para allá, no se la podían sacar. Era desfachatado y pachorriento. Jugaba como si estuviera en el patio de su casa. Creo que nunca fue figura porque no le interesaba crecer profesionalmente y detestaba la alta competencia."

José Néstor Pekerman: "El mejor cinco que vi en mi vida, lo incluyo en mi once ideal".

Pero quizás quien mejor resumió en palabras la leyenda que se tejió en torno al “Trinche" fueron las de Diego Maradona. Según cuentan, cuando llegó a Rosario para jugar en Newell’s, un periodista le confesó el orgullo por recibir en Rosario “al mejor jugador”. El “Diez”, rápido como siempre, contestó: "El mejor jugador ya jugó en Rosario y es el "Trinche" Carlovich...

Frases

"Es cierto que me sentaba en la pelota durante el partido. Pero no era una provocación. Por ahí ellos no presionaban y yo estaba un poco cansado."

"Una vez me vinieron a buscar del Cosmos de Pelé. Estaba todo listo y se cayó. Después pasó lo mismo cuando estaba por ir a Francia. Igual, siempre disfruté de estar cerca de mi casa y jugando al fútbol."

"A mí me sigue sorprendiendo la gente. En todos lados. La otra vez estuve en Mendoza que hace veinte años que no iba y salían de los negocios, en el restaurante que comía cuando jugaba allá me tenían la mesa reservada, había tres mil personas en el estadio. No es fácil todo eso. O por ahí viene un pibe que nunca te vio jugar, porque ni siquiera hay videos y te dice que sos su ídolo porque andá a saber lo que le contó el padre o el tío."

"Los jugadores de la Selección Argentina se habían puesto nerviosos. Nos insultaban porque no les salían las cosas. Pero esos partidos son especiales. Capaz que jugás 200 y perdés todos. Aunque esa vez les ganamos 3 a 1."

"En Central Córdoba me daban premio por los caños."

"Con lo del fútbol espectáculo y todas esas cosas, me di el gusto de jugar con todos. Menos con ‘el Diego’. Jugué con Alonso, Bochini, Kempes, Fillol, con todos. Y de los de ahora me gustaría jugar con Pablo Bezombe. Me divierte, tiene calidad. No toca la pelota, la acaricia. Por él volví a la cancha. ¡En serio! Hace mucho que no iba y ahora voy todos los sábados. Me gustan los jugadores distintos y, lamentablemente, si antes eran diez buenos y alguno regular, ahora con suerte ves a uno o dos que jueguen lindo. Y encima al que tira un caño lo levantan por el aire… ¿qué es eso?”."

"Mi principal virtud era querer la pelota a cada rato. Si no la tenía me desesperaba."

"En Rosario Central sólo me pusieron en un partido de Primera, contra Los Andes. Pero en esa época no había lugar para mí. Era el final de los años sesenta y el técnico Miguel Ignomiriello prefería a otro tipo de jugador. Así que me fui a Central Córdoba."

"Acá en Rosario, se han inventado un montón de cosas acerca de mí. Pero no son verdad... A los rosarinos les gusta contar cuentos. Algún caño de ida y vuelta habré hecho, pero no es para tanto."

"Nunca me gustó cafetear en los bares o ir a los bailes… La única diversión mía siempre fue jugar a la pelota."

" Central Córdoba es lo más grande que me dio la vida."

"El otro día fui a la casa de un amigo que la hermana le había traído unos botines y una pelota de Estados Unidos. Los botines pesaban menos que cien gramos de mortadela (risas) una cosa de locos, le podías sacar la suela y qué sé yo. Me dijo que son los que usa Beckham, y lo que no entiendo es cómo alguien le puede pegar mal a una pelota con semejantes zapatos. Y un muchacho, que se operó las dos piernas, me contó que ya jugó dos partidos y yo no lo podía creer. Cuando pueda, me voy a operar la otra cadera y te aseguro que si puedo volver a jugar, aunque sea un ratito, me vuelvo loco. Creo que no aguantaría la emoción, ¡si hace como diez años que no toco una pelota! Bah, ese día, en la casa de éste amigo, la agarré un cachito, ¿viste? Pero no soy arquero, yo la tengo que tocar con los pies. El tacto yo lo tengo en el pie…"

TRINCHE CARLOVICH: GRACIAS POR EL FÚTBOL !!!