En 1891 se disputó el Primer campeonato de primera división del Fútbol Argentino, y Saint Andrew’s se convirtió en el primer campeón de la Argentine Association Football Ligue, que se disolvió al terminar el torneo.
La Liga de Fútbol Amateur, sentó las bases para que algunas décadas después, nuestro país se convierta en una potencia del fútbol mundial, cuna de cracks que con el sello inconfundible de los potreros criollos desparramaron talento por las canchas del mundo.
La historia, debe necesariamente remontarse más de una década atrás, cuando el profesor escocés Watson Hutton llegó a estas tierras, decidido a que en ellas se jugara al fútbol, juego que hasta entonces sólo estaba reservado a los súbditos ingleses y sus descendientes.
Sin embargo, no sólo el fútbol era la preocupación del profesor: en 1884 funda el English High’s School para poner en práctica sus ideas educativas en las que el deporte tenían un papel relevante. El fútbol fue el deporte elegido para desarrollar esta convicción pedagógica.
En el patio del colegio English High’s School primero y en un terreno alquilado de la zona de Barracas después, el profesor Hutton fue un propulsor incasable de este deporte y mucho tuvo que ver en la organización y desarrollo de las primeras asociaciones civiles que lo practicaron.
En el período amateur, que se extenderá hasta 1934 (conviviendo entre 1931 y 1934 con el profesionalismo), hubo un equipo que tras ganar diez torneos, se consagró como el más grande y prestigioso de este nuevo deporte y que aún hoy conserva en su nombre legendario, el prestigio intacto de haber marcado a fuego las primeras época del fútbol criollo: ese equipo se llamó ALUMNI.
Alumni ganó diez torneos entre los años 1900 y 1911. Sólo en dos campeonatos durante ese lapso, fue relegado por el Belgrano Athletic, en 1904 y 1908.
A menos de dos años de su última consagración, un 24 de Abril de 1913, una Asamblea de socios declaraba la disolución del club y el nacimiento del mito.
El equipo lo habían formado un grupo de amigos de la English High Scholl, e incluso con ese nombre ganaron su primer título. Luego, fueron obligados a cambiar el nombre, ya que la asociación entendía que era una denominación comercial, pero aún conservaron el escudo de la escuela en sus camisetas.
Cuenta Oscar Barnade en una nota de Clarín del año 2003, que Carlos Lett, ex jugador de aquel equipo, sostuvo que "El secreto de su éxito se debió a la amistad que existía entre los jugadores, más que a la habilidad de sus componentes. En este juego una gota de mala sangre entre dos de los jugadores pronto afecta a todo el team, cosa que nunca sucedió, debido, en gran parte, al carácter de los hermanos Brown, y muy especialmente al de Jorge"
Alumni no fue un club, fue sólo un equipo de fútbol, pero pasó a la historia como símbolo de una manera de entender el deporte: la hidalguía, el juego limpio y la defensa irrestricta del espíritu amateur fueron sus banderas, y la técnica que predominaba en los jugadores escoceses siempre fue puesta delante de la potencia que prevalecía entre los ingleses.
Pedro Uzquiza, en una nota de Clarín del 22/12/2000, cuenta una anécdota que pinta de cuerpo entero la pasión con que aquellos pioneros vivían su actividad:
“En 1904 llegó en gira el primer equipo inglés de primera división: Southampton. El 26 de junio el presidente Roca fue uno de los ocho mil espectadores que presenciaron el triunfo del equipo inglés sobre Alumni por 3-0, en la sede de la Sociedad Sportiva, donde actualmente se encuentra el campo de polo. En uno de los partidos de la gira, Southampton derrotó a Belgrano por 6-1. En ese partido, Arturo Forrester consiguió el primer gol argentino frente a un equipo extranjero. Sus compañeros lo llevaron en andas y en el bar brindaron por la hazaña antes de continuar el partido ante el asombro de los jugadores británicos. Arturo Forrester se constituyó en una figura popular de Buenos Aires.”
Dos años después de aquella tarde, Alumni se convertiría en el primer equipo argentino en ganar un encuentro internacional, al vencer por 1 a 0 a un equipo sudafricano con gol de Alfredo Brown, que se consagró definitivamente como ídolo de los aficionados.
Mientras Alumni ganaba todo, la inmigración europea, fundamentalmente de españoles, italianos, polacos y judios participaba activamente en la vida cultural y social de los barrios, jugando un rol decisivo en la aparición de gran cantidad de clubes y asociaciones civiles en los primeros años del siglo XX.
En los nuevos equipos, ya no sólo había ingleses y el nuevo deporte empezó a crecer en los barrios y las ciudades con una fuerza y una pasión que ya no se detendría jamás.
Alumni fue campeón amateur en los años
1900/01/02/03/05/06/07/09/10/11
Pablo Isi
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